Implantes Dentales

Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y natural con el resto de los tejidos de la boca. Actualmente están fabricados preferentemente de titanio y actúan como sustitutos de las raíces dentales.

Tras su colocación sirven para que, una vez que estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos, por lo que en el tratamiento distinguimos:

· Implante dental: Porción que queda bajo la encía.
· Corona o prótesis: Unida al implante y es apreciable en boca.

Por un proceso biológico conocido como osteointegración, descrito por el Profesor Bränemark en los años 50, mediante el cual el organismo establece una conexión directa entre el hueso y la superficie del implante. Cuando se ha producido la osteointegración el implante se encuentra firmemente unido al hueso y puede soportar una prótesis para hacer frente a todos los requerimientos funcionales y estéticos como si se tratase de un diente natural sano.

En caso de ausencia completa de piezas dentales, siempre podríamos rehabilitar mediante la colocación de implantes evitando así las prótesis convencionales con todo el paladar de resina.
El número de implantes varía en función de cada caso y del prototipo de prótesis que demande el paciente, desde una prótesis totalmente fija (la cual no puede ser retirada) hasta una prótesis “semi-fija” o removible (pudiendo ser retirada por el paciente para su higiene y mantenimiento).
Colocando en maxilar superior un mínimo de 4 implantes y en mandíbula 2, podríamos resolver la mayoría de casos de ausencia total de piezas evitando las prótesis convencionales.

Los procedimientos quirúrgicos del tratamiento con implantes están muy bien protocolizados y habitualmente se realizan con una molestia mínima o nula. En la gran mayoría de las ocasiones se realizan bajo anestesia local, igual que otros muchos tratamientos odontológicos y sólo se percibe el ruido de los instrumentos.

Esta opción puede ser posible si la pérdida se ha producido en ausencia de infección y con un lecho óseo sano o no alterado.En caso de existir infección o haberse producido alteraciones de la calidad o cantidad del hueso, es aconsejable esperar un tiempo a la normalización del lecho óseo que recibirá al implante, en estas situaciones, cuando el caso lo requiere por necesidades estéticas o funcionales, se puede confeccionar una prótesis provisional, fija o removible que le permita sobrellevar el tiempo de espera de forma confortable. La duración del período de espera dependerá de cada paciente y su Equipo Implantológico podrá, incluso antes de la extracción, adelantarle una previsión aproximada de la duración del mismo.

En muchas ocasiones no hay compromiso estético o funcional y puede que no se precise ningún tipo de prótesis provisional durante la fase de osteointegración que suele durar alrededor de 3 meses. Sin embargo, si su caso lo requiere se puede volver a adaptar una prótesis provisional el mismo día que se colocan los implantes.Existen ocasiones en las cuales deberá permanecer durante unos días sin ningún tipo de prótesis para favorecer la cicatrización y evitar complicaciones, y pocos días después ya podríamos colocar la prótesis provisional. Será su equipo implantológico quien, tras la operación o incluso antes de la misma, le indique la conducta a seguir en su caso concreto y también le asesorará sobre cualquier otro aspecto necesario para lograr su bienestar.

Los implantes dentales en su gran mayoría están fabricados con titanio quirúrgico, material que ha demostrado ser biocompatible.Es un metal que no ha demostrado ninguna reacción tóxica ni irritativa sobre el tejido vivo, esto quiere decir que el organismo no lo reconoce como extraño. Por tanto, las posibilidad de que produzca una reacción de rechazo o de alergia a este tipo de material es sumamente improbable.

Los tratamientos mediante implantes han demostrado en múltiples estudios de investigación ser poseedores de un elevado grado de seguridad, basada en la existencia de unos protocolos de control y mantenimiento exhaustivos.La necesidad de una adecuada vigilancia y cuidados de mantenimiento periódico para evitar tanto contaminaciones bacterianas como los posibles desajustes de las prótesis por el desgaste que la función y el paso del tiempo pueden ocasionar.Las revisiones de mantenimiento van dirigidas a controlar la evolución de los resultados del tratamiento a lo largo del tiempo, detectando precozmente cualquier situación desfavorable que pudiera producirse y actuando en consecuencia.

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